martes, septiembre 04, 2007

SECRETO


No puedo decir la verdad.

Cuánto amo tus besos prohibidos, cuánto.

Nadie sabe que cada día muero

por no escuchar tus latidos dentro mío.

Y cada noche me asomo a ver

cómo las estrellas,

silenciosas testigos de nuestro desenfreno

permanecen aún allí.

Cómo un esclavo fiel.

Nadie sabe nada de nosotros.

Sólo yo y mi pena

atados a tus inolvidables gemidos de sirena.

Sólo mi boca y el recuerdo

en los labios de tus besos de otro mundo.

No hay comentarios.:

Locations of visitors to this page