
Salmuera
nunca te mueras.
Anginas en el cerebro,
crisis estomacal.
Palabras como maleficios.
Humos que razonan,
mujeres que estorban
en bombachas que tientan.
Un ciego me clava los ojos
como viendo dentro mío,
por las dudas le sonrío.
Brilla a los lejos
el diente de un gitano,
tiros suenan como redoblante.
Hay compra, venta y canje.
Como dijo el bandido:
"sin sol no existo,
sin sal no cocino".
Sin sol, sin sal, sal sol
que amanece pronto
dice el reloj mío.
El perro del loco
se estira en mi hastío.
Sinfonía inconclusa
sin ritmo ni tono,
carente de musa.
Coral de coro,
coral de mal,
en la tele los pescados
no la pasan nada mal.
Diente flojo,
pies de barro,
oído cuadrafónico,
ojos rojos.
Como siempre, son pocos
los locos
que me atienden cuando
cuando exploto.
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