
Elevarme como globo
en este mundo de alfileres
me costó
bastante caro.
Insomnios que aún duelen
y discusiones con gente vacía
de gente.
Estar agazapado contra las cuerdas
tampoco me sirvió de mucho.
No puedo evitar el contragolpe,
no sé estar a la defensiva.
No me voy a pinchar nunca.
No me dejaré caer una vez más.
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