Si, es cierto. Son muchas las veces que quiero escapar, estar solo. Sólo eso. Pero mucho para mi. No se si está bien o mal. No me banco ni yo. Gran parte de las cosas que hago (buenas y malísimas) son para escapar.
Cobarde! me gritaba el sicologo mientras se prendía su último porro.
No sé si tanto como cobarde.
Pero no me banco.
Son muchas las cosas.
Las visitas no deseadas, el trabajo todos los días, la gente que no conozco y a la que le tengo que sonreir más que a mi hijo, el fucking reloj puntual y despiadado, el café frío, el frío en mi cama, la histeria ajena.
No pido tanto. Escapes. Poder curtir un mambo sano por un rato.
Volver a ser un pendejo, jugar con castillos de arena, estacionar mis autitos. No saber leer ni escribir. Olvidarme de internet, del cable, del correo, de las noticias. Ver las cosas de otra forma. Sin necesidad de recurrir ni a drogas ni a encierros, sin miedo a que me internen por loco. Equivocarme sin que sea todo un bardo, un kilombo, una discusión con alguien. Poder jugar a jugar sin jueces ni reglas ni nada. Jugar por jugar. Sin ansias de ganar ni deseos de derrotar a alguien.
Ya sé. Pido mucho, no?.
Mejor pongo el despertador y me duermo. O me despierto?.
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