Sentarme a ver pasar
los días por la ventana,
ver que no paran y siguen de largo,
a pesar de nuestro hartazgo
y el repentino letargo.
Sentir que las piernas nos pesan
como para correr algo.
Que los años nos pasan.
Que la vida se nos va.
Guardar encofrada
la mentira más piadosa,
que jamás será otra cosa
que una certidumbre no asumida,
algo más que una mentira.
Ver en el espejo
nuestra cara mal dormida.
Que los años nos pasan.
Que la vida se nos va.
Saber que nuestros hijos
serán grandes y complejos.
Tendrán ideales y asumirán roles,
y que la niñez bordada de flores
marchitará un día y serán mayores.
No me gusta imaginarlos
en medio de esta vida.
Que los años se les pasan.
Que la vida se les va.
los días por la ventana,
ver que no paran y siguen de largo,
a pesar de nuestro hartazgo
y el repentino letargo.
Sentir que las piernas nos pesan
como para correr algo.
Que los años nos pasan.
Que la vida se nos va.
Guardar encofrada
la mentira más piadosa,
que jamás será otra cosa
que una certidumbre no asumida,
algo más que una mentira.
Ver en el espejo
nuestra cara mal dormida.
Que los años nos pasan.
Que la vida se nos va.
Saber que nuestros hijos
serán grandes y complejos.
Tendrán ideales y asumirán roles,
y que la niñez bordada de flores
marchitará un día y serán mayores.
No me gusta imaginarlos
en medio de esta vida.
Que los años se les pasan.
Que la vida se les va.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario